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lunes, 28 de mayo de 2012

Bibliobuses desde el corazón. Carta de esa niña tímida de ojos verdes.


Dentro de la campaña ¿Qué significa para ti el Bibliobús?, nos llega un nuevo testimonio, esta vez, desde Málaga:

"Hace diez años, cuando cursaba quinto de primaria, nuestro tutor, José Luis creo recordar que se llamaba, nos contó que próximamente vendría a la puerta de nuestro colegio un gran autobús cargado de libros, y que todos estábamos invitados a ir.
Nos contó que el bibliobús, que así se llamaba aquel extraño autobús, vendría cada viernes por la tarde y que allí podríamos coger prestados tantos libros como quisiéramos, como nuestra biblioteca.
Yo, que era una pequeña rata de biblioteca, escuché aquello como la cosa más maravillosa del mundo.
No fue hasta unos meses más tarde cuando pude convencer a mi hermano mayor para que me acompañara a investigar aquel lugar maravilloso.
Puede parecer algo exagerado, pero he de admitir que para mí todo aquello era lo mejor del mundo y me costaba creer que pudiera existir un lugar así.
La primera vez que subí a aquel autobús fue algo mágico. Es cierto que es un lugar pequeño y en aquel momento había muchos niños, pero la sensación de encontrarme entre miles de historias fue increíble.
Me acerqué ávidamente al grupo de niños que estaban alrededor de un una mesa junto a un muchacho. Él me miró y me sonrió. Me preguntó mi nombre y me dio una hoja para que mis padres la rellenaran.
Después me senté al fondo del bibliobús y comencé a buscar entre los libros cuál me llevaría a casa.
A partir de aquel día nunca falté a mi cita con el bibliobús cada viernes después de comer.
Escribiendo esto, echo la vista atrás y recuerdo todos los momentos que he pasado allí, todo lo que he aprendido y todas las amistades que he hecho. Me doy cuenta de que ese lugar es uno de los más importantes de mi vida.
Allí aprendí a creer en los sueños, en lo posible que son las cosas si uno lucha por ello. Allí he crecido rodeada de grandes escritores y compañeros de aventuras. Allí he madurado y he aprendido de mis errores. Siempre he tenido a alguien que me escucha y aconseja. Siempre he encontrado alguna historia que me ha acompañado en buenos y malos momentos.
Allí he conocido gente realmente especial, algunos se han marchado y otros siguen en mi camino. Allí conocí a dos grandes personas que son realmente importantes en mi vida, dos grandes amigos, Miguel y Marcos.
En definitiva, mi historia con el bibliobús es la historia de mi vida, la que empecé a escribir con diez años y que ahora, con veinte, sigo escribiendo, y espero que sea así durante mucho tiempo.
Esa niña tímida de ojos verdes."

martes, 8 de mayo de 2012

El Ayuntamiento de Zaragoza deja sin Bibliobús a sus vecinos.


El 21 de febrero pasado, Jerónimo Blanco, el consejero municipal de educación del Ayuntamiento de Zaragoza, afirmaba que era una “prioridad política” el que el Bibliobús Municipal volviera a ponerse en marcha “en el plazo de un mes”. Hoy es 8 de mayo y el Bibliobús sigue parado.
Hasta para los que sólo entendemos de bibliotecas parece claro que la “prioridad política” del Ayuntamiento de Zaragoza nada tiene que ver con la prioridad social ni con la prioridad cultural que suponen el servicio que prestaba su Bibliobús, lo que, por otra parte, vienen reclamando los vecinos víctimas de esta dejación municipal; los últimos, los del barrio de Valdespartera.
Desde principios de año, el Ayuntamiento de Zaragoza ha abandonado a su suerte a los vecinos que disfrutaban del derecho básico al acceso a la cultura y a la información por medio de los servicios bibliotecarios públicos a través del Bibliobús.
La única explicación que el ciudadano de a pie, el que paga los impuestos, recibe es el mensaje escueto de la web municipal: “Temporalmente fuera de servicio. Disculpen las molestias ocasionadas.” Si se pregunta en el teléfono del Ayuntamiento tampoco se consigue más información. La única noticia concreta es la procedente de los medios por la que el Bibliobús de Zaragoza no presta servicio por falta de partida presupuestaria.
Y mientras, los vecinos al sol, sin un servicio que era un ejemplo de optimización de los recursos culturales, y con una acogida por parte de sus usuarios tan buena como la que se supone al trabajo bien hecho y a la preocupación de las instituciones por los más desfavorecidos.
Parece ser, a falta de más explicaciones, que este servicio bibliotecario ha sido sacrificado en beneficio de los vecinos más sensibles a la crisis, pues su desaparición ha  impedido la quiebra económica del Ayuntamiento de Zaragoza.
Felicitamos desde aquí al Ayuntamiento de Zaragoza por la oportunidad de su medida, por el ejemplo de gestión cultural y social que está dando, y por su manera de defender una “prioridad política” como afirma su consejero de educación que es el restablecimiento del servicio de Bibliobús en su municipio.